Etiqueta: Wearables

Cuando se persigue evaluar el rendimiento deportivo con la mayor precisión posible, se debe contar con un pulsómetro de calidad, pues el ritmo cardíaco es un dato fundamental para apreciar tu progresión. Este pulsómetro puede estar integrado en otro dispositivo, como un reloj inteligente o ser un dispositivo independiente, que típicamente puede colocarse en el pecho o en el brazo. Los pulsómetros actuales pueden conectarse con relojes deportivos y pulseras de entrenamiento, pero también a otros dispositivos como determinadas máquinas de fitnness o teléfonos inteligentes.

El entrenamiento de deportes de contacto, lucha y artes marciales comparte múltiples ejercicios de preparación física comunes a otros deportes, pero si queremos sacarle el máximo partido a pulseras de actividad física y relojes deportivos, deberemos prestar mucha atención a los detalles que nos hacen distintos.

Eres el afortunado poseedor de una pulsera de actividad física o un reloj deportivo inteligente, tu gadget es capaz de recolectar todo tipo de datos del entorno, de tu cuerpo y de tu entrenamiento y saca unas gráficas preciosas... pero realmente no tienes ni idea de para qué sirven esos datos. No te preocupes, ahora te lo aclaro.

Las pulseras de actividad física y los relojes inteligentes son los dispositivos vestibles (el término correcto en castellano para wearables) que más aceptación tienen, y dentro de estos últimos, las funcionalidades que puedan ofrecer en cuanto a actividad física, entrenamiento, deporte y salud, cobran especial relevancia. Aunque parezca algo muy reciente, lo cierto es que el primer podómetro de la historia, una de las funcionalidades clásicas de estos vestibles, tiene su origen en 1780. Doscientos años más tarde comenzaron a extenderse los primeros medidores de frecuencia cardíaca para atletas o pulsómetros.