Uno de los aspectos positivos que este dramático confinamiento ha traído al mundo de las artes marciales, es la gran cantidad de maestros y profesores que han decidido salir de su zona de confort y emplear los medios digitales para continuar los entrenamientos. Personalmente me alegra mucho ver como maestros que estaban radicalmente en contra de emplear este tipo de medios, han cambiado de opinión y han comenzado a ser conscientes del potencial de la educación a distancia en el ámbito de las artes marciales y los deportes de contacto. Vaya por delante mi agradecimiento a todas las personas que durante estos días nos están ayudando a seguir nuestro entrenamiento desde casa.
La necesidad obliga y agudiza el ingenio, así que aprovechando que ahora muchas mentes han necesitado abrirse, me he decidido a escribir este artículo, con el ánimo de guiar a todos aquellos artistas marciales que quieren emplear la teleenseñanza (e-learning) para formarse o formar a otros. El artículo está orientado a la aplicación del aprendizaje a distancia para artes marciales y deportes de combate, pero gran parte de lo que aquí explico valdría igualmente para cualquier otro contexto.
De hecho, hay un problema clave que afecta a cualquier materia y que están sufriendo muy especialmente estudiantes y profesores de colegios, institutos y universidades: para dar o recibir clase a distancia es necesario tener unos conocimientos y recursos básicos sobre cómo aplicar este tipo de enseñanza. La teleenseñanza emplea herramientas y didácticas propias que de no ser conocidas afectarán muy negativamente al aprendizaje. Esto ocurriría exactamente igual en una clase presencial, por ejemplo:
- Un alumno que no sabe coger apuntes, no pregunta o no hace los deberes.
- Un profesor no se prepara las clases, no sigue una didáctica correcta o no sabe emplear el proyector o la pizarra.
Te recomiendo que leas el artículo completo, incluyendo la primera parte sobre la historia de la educación a distancia, pero siempre tienes la opción de acudir directamente a la sección que más te interese empleando el índice que aparece al comienzo de este artículo.
Breve historia de la educación a distancia
Aunque existen casos documentados anteriores, la educación a distancia comienza a desarrollarse en el siglo XIX, impulsada por la mejora de los servicios postales y de las técnicas de imprenta. Esto permitió el desarrollo de cursos a través de material impreso que era enviado periódicamente a los estudiantes por correo postal. La idea original consistía en que el profesor intentaba reproducir por escrito una clase y se la hacía llegar a los alumnos por vía postal.
Este primitivo enfoque se fue mejorando, con la inclusión de guías de estudio, ejercicios y evaluaciones. Además, la aparición del telégrafo y el teléfono permitieron contribuir muy significativamente a la mejora de comunicación entre el alumno y su centro escolar.
La siguiente etapa se denomina educación multimedia y toma como punto de partida la creación de la Open University (1969, universidad pública británica). Esta etapa se caracteriza por emplear material audiovisual, como casetes, cintas de vídeo o programas emitidos por radio y televisión, electrodomésticos que en estos tiempos ya se encontraban presentes en multitud de hogares.
Anuncio publicado en 1975 sobre los cursos impartidos por John Natividad
A mediados de 1980 se asienta el concepto de teleenseñanza gracias a la integración de la informática y los sistemas de telecomunicación en los centros educativos y aparecen los primeros programas flexibles de enseñanza asistida por ordenador que emplean hipertextos e hipermedias. Hasta este momento la enseñanza a distancia había estado centrada en la elaboración de contenidos educativos, pero las nuevas posibilidades de comunicación propiciaron un nuevo enfoque de enseñanza centrada en el alumno.
En 1995 se produce la explosión de internet, en 1996 se comienza a hablar de e-learning y en 1997 aparece WebCT, el primer gestor de contenidos de aprendizaje moderno. Esta etapa está marcada por las posibilidades de interacción (comunicación bidireccional) en tiempo real que ofrecen los sistemas de teleconferencia, junto a las nuevas herramientas de trabajo colaborativo. Esto posibilita un aprendizaje todavía más centrado en el alumno y más flexible.
Actualmente, a esta flexibilidad se le suma la existencia de campus virtuales que controlan todos los procesos educativos en línea y el desarrollo de sistemas inteligentes que permiten personalizar la enseñanza y responder automáticamente a distintos sucesos. Adicionalmente, destaca el empleo de los teléfonos inteligentes y de las redes sociales como herramientas para el aprendizaje.
Los hitos que marcan las distintas etapas en la historia de la enseñanza a distancia son posibles gracias a la evolución de las tecnologías, pero el factor clave es cómo se usan estas tecnologías y el tipo de interacción profesor-alumno que hacen posible, no su propia existencia.
La educación a distancia no es ser autodidacta
La educación a distancia requiere la interacción entre el profesor y el alumno. Ver un curso de patadas de taekwondo en YouTube y ponerte a practicarlas en el parque de al lado de tu casa con un amigo no es aprendizaje a distancia, es aprendizaje autodidacta. Esos mismos vídeos de YouTube los podrías haber recibido en tu correo en formato DVD o hace cientos años podrías haber visto el desarrollo de esas patadas en libros o grabados.
Hoy en día mucha gente vende “educación a distancia” o “teleenseñanza” cuando realmente están vendiendo materiales de aprendizaje para alumnos autodidactas. Da igual la calidad del material ni que sea un objeto digital educativo con sus metadatos perfectamente descritos siguiendo el estándar IEEE-LOM (esto es una cosa muy técnica, no os preocupéis por entenderlo); si no hay seguimiento por parte del profesor, ni un sistema de evaluación competente, no es educación a distancia.
Al igual que en la enseñanza presencial, la enseñanza a distancia requiere de una planificación de las clases, definir ambientes y espacios de aprendizaje, seguir una metodología (modelo educativo / didáctica), preparar los materiales educativos, evaluar al alumno y evaluar su propio trabajo como profesor. Si bien existen cursos en línea con sistemas de evaluación automáticos que no requieren la interacción con el profesor, esto no es aplicable para la enseñanza online de artes marciales y deportes de combate.
La mala fama del aprendizaje a distancia para artes marciales y deportes de combate
Realmente es una fama más que merecida, dada la enorme cantidad de gente que ha hecho negocio vendiendo aprendizaje a distancia sin tener la más mínima idea sobre qué es y cómo aplicarlo a las artes marciales. Esto ha servido en muchos casos como un nuevo método de «contrabando de cinturones», poniendo una falsa educación a distancia como cebo. En cualquier caso, este problema afecta a todo tipo de formaciones, de todos los niveles académicos y no es para nada exclusivo de nuestro ámbito.
Aunque el desarrollo de internet ha contribuido a la proliferación de este tipo de actividades (me niego a llamarles cursos), su aparición es muy anterior. La página de publicidad que aparece a continuación está extraída de la publicación The Deadly Hands of Kung-Fu y anuncia un curso de artes marciales que incluye como parte del material un disco de vinilo.
Existen casos en los que maestros de artes marciales fueron directamente engañados o suplantados para figurar como supuestos profesores de este tipo de cursos. Sirva como ejemplo el caso de Nelson "Mitch" Fleming y su mujer Yoshie Imanami, quienes fueron convencidos por un editor para publicar un libro sobre técnicas de dedos (Yubiwaza) y se encontraron con que la editorial acabó comercializando un panfleto a través de anuncios completamente sensacionalistas como el que se muestra a continuación, publicado en 1968.
Gran parte de los medios de comunicación centrados en las artes marciales también han contribuído a generar confusión al respecto. Es conocido que desde sus inicios estos medios ofrecen y publicitan todo tipo de material para el aprendizaje autodidacta de artes marciales. Cuando se empezaron a poner de moda palabras como teleenseñanza o e-learning fueron muchos los que empezaron a usar estas palabras equivocadamente, dado que seguían ofreciendo materiales para el aprendizaje autodidacta, aunque adaptados a nuevos formatos digitales. Ojo que no digo que estos materiales para autodidactas no fueran de calidad, simplemente no es lo mismo.
Los proyectos sinceros que realmente buscan impartir una enseñanza a distancia de calidad tienden a fracasar por la ausencia de conocimientos sólidos en esta modalidad de formación y por la falta de medios técnicos. Dar clases a distancia de algo tan práctico como las artes marciales, requiere de conocimientos profundos sobre este tipo de enseñanza y medios técnicos que permitan interactuar al profesor y al alumno de forma efectiva. Por otro lado, he de decir que todas las personas a las que he escuchado posiciones extremas contra el uso de la teleenseñanza para el aprendizaje de artes marciales y deportes de combate, tenían nulos conocimientos en la materia.
¿Se pueden aprender artes marciales online?
Como ha quedado patente durante este confinamiento, no sólo es que sea posible aprender artes marciales online, sino que es un excelente recurso (y a veces la única opción) para seguir progresando ante determinadas circunstancias.
En la mayoría de los casos la enseñanza presencial de artes marciales se limita a dos o tres sesiones por semana a razón de 1 a 2 horas por sesión. En estas condiciones es muy habitual que el profesor recomiende al alumno continuar con la práctica de ciertos aspectos por su cuenta durante la semana, del mismo modo que tras una clase en el colegio mandan deberes a los chavales. Por este mismo motivo, complementar la enseñanza presencial con recursos en línea o adoptar un sistema mixto (combinación de enseñanza presencial con enseñanza a distancia, tipo blended learning), parece una opción que podría contribuir a la formación de cualquier artista marcial.
No se trata de que la enseñanza a distancia sustituya a la presencial, cosa que a día de hoy está fuera de nuestro alcance (profundizaré en este aspecto en la última sección del artículo), sino de emplearla como herramienta adicional para el aprendizaje.
Negar la utilidad de la enseñanza a distancia y los recursos online para las artes marciales a estas alturas es negar una realidad tangible. El aprovechamiento de este tipo de enseñanza dependerá en gran medida de las habilidades del profesor y del alumno, así como de los recursos tecnológicos y educativos que puedan emplear. En cualquier caso, insistir en que es indispensable que tanto el profesor como el alumno estén familiarizados con la enseñanza a distancia para sacar el máximo partido a esta modalidad y no caer en engaños ni autoengaños.
Cómo aprender artes marciales a distancia
Por muy bien hecho que esté, de nada te va a servir ver un curso online sobre esquivas de boxeo si luego no las practicas... pero te va a pasar exactamente lo mismo si te las explican en una clase presencial y luego no las practicas. Por poner un ejemplo, he asistido a multitud de seminarios presenciales donde el profesor se empeña en mostrar un montón de técnicas y luego no deja ni 5 minutos para practicarlas. Para empeorar las cosas, también es muy frecuente que sean cursos con un montón de asistentes para un maestro y su ayudante, con lo que tienes suerte si les da tiempo a fijarse en lo que estás haciendo.
Para la práctica en solitario podemos contar con el uso de golpeadores, muñecos de entrenamiento y otros elementos para simular al oponente o simplemente emplear nuestra imaginación, como ocurre cuando trabajamos formas o sombra. También es posible realizar ejercicios específicos para mejorar nuestra técnica u otros más generalistas para la mejora de nuestras cualidades físicas.
El gran inconveniente para la práctica de artes marciales a distancia es la necesidad de un compañero con el que practicar. Idealmente ese compañero con el que practicas debe ser capaz de sacar el máximo de ti para ayudarte a mejorar, marcándote objetivos a superar cada vez más difíciles. Del mismo modo, cualquier competidor de deportes de lucha o de combate, coincidirá en que la mejor manera de ser el mejor en su disciplina es estar rodeado de gente de mucho nivel que se lo ponga difícil y así le ayude a progresar.
Precisamente esta necesidad de encontrar un compañero de entrenamiento ha favorecido que artistas marciales que viven en entornos cercanos y practican diferentes sistemas se hayan conocido e intercambiado experiencias. Cada vez resulta más habitual colgar material gráfico en foros y redes sociales, con el objetivo de compartir opiniones y experiencia con otros artistas marciales. Una plataforma de aprendizaje a distancia de artes marciales debería darte la opción de contactar con otros usuarios cercanos para favorecer los entrenamientos presenciales.
Muchos cursos online carecen de una planificación, amparándose en que son cursos flexibles, pero flexibilidad no significa desorganización. Mi recomendación antes de apuntarte a un curso online es que te asegures de que existe un plan de trabajo y que tienes la intención y posibilidad de cumplirlo. Recurre al profesor para resolver tus dudas, no temas contactar con él. Si el curso no te da la posibilidad de resolver tus dudas contactando con algún profesor, ya puedes irte haciendo a la idea de que estás pagando por un recurso educativo y no por educación a distancia.
Ya sea en solitario o con un compañero, es absolutamente necesario que dispongas de un medio de evaluación que permita corregir tus errores y seguir mejorando. Si sigues una modalidad de formación mixta, con entrenamientos presenciales frecuentes con el profesor puedes limitar esta evaluación a esas clases presenciales. Si no puedes verle a menudo, tendrás que enviarle tu progreso en vídeo, bien sea en directo por videoconferencia o en diferido. Lo ideal sería que pudieras realizar la grabación desde distintos ángulos.
La ilustración muestra un sistema futurista de entrenamiento a distancia con el que maestro y alumno pueden interactuar en tiempo real prácticamente como si estuvieran en el mismo tatami. El maestro está corrigiendo la colocación del brazo y el puño mal cerrado.
En general, grabarse entrenando y compitiendo es una opción fantástica para que adquiramos consciencia de nuestros propios errores. A nivel deportivo, ver vídeos de tus rivales compitiendo para deducir cuál es la mejor estrategia para enfrentarse a ellos, es una práctica ampliamente extendida y de demostrada efectividad.
El futuro de la enseñanza a distancia en artes marciales y deportes de combate
La realización de ejercicios prácticos y su evaluación constituye el gran problema del aprendizaje a distancia de artes marciales y deportes de combate. La opción de emplear sistemas inteligentes que evalúen de forma automática la parte práctica es compleja y en muchos casos cara, pero no imposible.
En otras áreas, como puede ser la conducción de coches o el pilotaje de aviones se han desarrollado simuladores que permiten la práctica y evaluación a distancia. Evidentemente, cuanto más cercano a la realidad pretenda estar el simulador, más caro será haciendo imposible su adquisición por un particular.
En este sentido, disponer de un sistema de grabación sofisticado que pueda analizar biomecánicamente los movimientos de un alumno que se encuentre practicando artes marciales y localice posibles errores, es algo tecnológicamente viable a día de hoy. Algo así podría resultar excesivamente caro, pero hace no tanto tiempo era inconcebible que cualquier persona pudiera tener un ordenador en su casa o un móvil en su bolsillo que le sirviera de cámara de vídeo, reproductor de música, etc. Eso sí, para conseguir a un compañero virtual de entrenamiento deberíamos recurrir a la robótica a un nivel que queda algo más lejano. Y ya sé que por bueno que sea un simulador nunca será lo mismo que enfrentarse a una situación real, pero el entrenamiento en un gimnasio tampoco es lo mismo que una situación real.
Considero que en el futuro inmediato será cada vez más frecuente emplear la enseñanza a distancia como complemento y potenciador de la enseñanza presencial de artes marciales y deportes de contacto. De hecho, esto ya sucede en los gimnasios generalistas, donde es habitual que estos incluyan alguna aplicación en línea como complento al entrenamiento presencial.
Nuestro agradecimiento a Alejandra (Twitter @MercurioBebop, Instagram @MercurioBebop, Linktree @MercurioBebop) por haber realizado la ilustración de portada para este artículo.